lunes, 30 de marzo de 2015

¿Cómo convences a tu cerebro de que tienes una banda en el estómago?



Los problemas de sobrepeso y obesidad están relacionados con múltiples factores, uno de ellos es el psicológico. El estrés y la ansiedad son los detonantes que hacen que muchos busquen en la comida el aliciente que les ayude a soportar los avatares de la vida cotidiana. Para sortear esta problemática se han ideado algunas técnicas que trabajan directamente la parte psicológica, una de ellas es la banda gástrica virtual, y es de la que vamos a hablar a continuación. 

Image by Flickr

La banda gástrica virtual es una serie de técnicas de hipnosis, sugestión y reprogramación subliminal de conductas que van encaminadas a replantear los hábitos alimentarios con el fin de llevar a cabo, sin ninguna complicación, la dieta que la persona haya elegido para perder peso.  Este tratamiento, además de disminuir las ganas de comer, implanta en el subconsciente del individuo nuevas pautas de conducta frente a la comida (descubre como bajar 10 kilos en una semana visitando nuestro sitio especializado). El método no está basado en la restricción externa sino en el decrecimiento del deseo.

El procedimiento de la banda gástrica virtual no es invasivo; sirve de apoyo para cualquier método para adelgazar. Tampoco se ve enfrentado a otros regímenes, ni a los recursos quirúrgicos. El gran atractivo de este método es que funciona de manera más segura y confiable al momento de reducir el tamaño del estómago ya que no hay necesidad de cirugía (la persona se sentirá satisfecha más rápidamente). La banda gástrica virtual ataca directamente los hábitos alimenticios, su afectividad radica en la oportuna activación del inconsciente y en la exteriorización de  las conductas que el paciente irá asimilando como nuevos hábitos. Una de sus grandes ventajas es que no hay efecto “yoyo”, tan característico de las “dietas milagrosas”.

Este método se divide en cuatro sesiones de 20 minutos cada una; durante cada sesión se deberán seguir cuatro pautas básicas que tienen como meta  hacer que la persona deje de pensar tanto en la comida; la persona se concentrará en comer lo que le apetezca solamente cuando tenga hambre, disfrutar el bocado y, la parte clave de todo esto, dejar de comer cuando ya no tenga hambre. En la segunda sesión el especialista trabajará el tema de la hipnosis y podrá hacer uso de distintas frases persuasivas relativas a los hábitos alimenticios; es aquí cuando se “coloca” la banda gástrica mediante el proceso de hipnosis, no hay cirugía, no se siente dolor y tampoco hay efectos secundarios que puedan complicar la salud del paciente; su subconsciente creerá que en el estómago hay en verdad una banda gástrica y será tal la sugestión que empezara a comer menos creyendo que se le ha reducido el tamaño de su estómago. El procedimiento demora una hora; cuando finaliza se le entrega al sujeto algunos cd’s que reforzarán el trabajo en el consultorio.  Después de cierto tiempo el paciente logrará consolidar metas parciales de adelgazamiento. 

El procedimiento de la banda gástrica virtual no es recomendada para personas con antecedentes de anorexia o para menores de 13 años, así lo señala el sitio http://www.elcomercio.com/. Esta web afirma además que la duración de la terapia puede depender del organismo de cada paciente; habrán veces en las que será  necesario realizar un segundo implante en la mitad del proceso.

Esta técnica va dirigida a las personas que no pueden controlar las cantidades de comida que ingieren a diario o para aquellos que comen poco pero comen mal. Los deportistas y demás personas que desarrollan actividades físicas exigentes no serían buenos candidatos para este procedimiento ya que lo que ellos necesitan es el ingreso de muchas calorías.

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