Los problemas de sobrepeso y obesidad están relacionados con
múltiples factores, uno de ellos es el psicológico. El estrés y la ansiedad son
los detonantes que hacen que muchos busquen en la comida el aliciente que les
ayude a soportar los avatares de la vida cotidiana. Para sortear esta
problemática se han ideado algunas técnicas que trabajan directamente la parte
psicológica, una de ellas es la banda gástrica virtual, y es de la que vamos a
hablar a continuación.
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La banda gástrica virtual es una serie de técnicas de
hipnosis, sugestión y reprogramación subliminal de conductas que van
encaminadas a replantear los hábitos alimentarios con el fin de llevar a cabo,
sin ninguna complicación, la dieta que la persona haya elegido para perder peso.
Este tratamiento, además de disminuir
las ganas de comer, implanta en el subconsciente del individuo nuevas pautas de
conducta frente a la comida (descubre como bajar 10 kilos en una semana
visitando nuestro sitio especializado).
El método no está basado en la restricción externa sino en el decrecimiento del
deseo.
El procedimiento de la banda gástrica virtual no es invasivo;
sirve de apoyo para cualquier método para adelgazar. Tampoco se ve enfrentado a
otros regímenes, ni a los recursos quirúrgicos. El gran atractivo de este
método es que funciona de manera más segura y confiable al momento de reducir el
tamaño del estómago ya que no hay necesidad de cirugía (la persona se sentirá
satisfecha más rápidamente). La banda gástrica virtual ataca directamente los
hábitos alimenticios, su afectividad radica en la oportuna activación del
inconsciente y en la exteriorización de
las conductas que el paciente irá asimilando como nuevos hábitos. Una de
sus grandes ventajas es que no hay efecto “yoyo”, tan característico de las
“dietas milagrosas”.
Este método se divide en cuatro sesiones de 20 minutos cada
una; durante cada sesión se deberán seguir cuatro pautas básicas que tienen
como meta hacer que la persona deje de pensar
tanto en la comida; la persona se concentrará en comer lo que le apetezca
solamente cuando tenga hambre, disfrutar el bocado y, la parte clave de todo
esto, dejar de comer cuando ya no tenga hambre. En la segunda sesión el
especialista trabajará el tema de la hipnosis y podrá hacer uso de distintas frases
persuasivas relativas a los hábitos alimenticios; es aquí cuando se “coloca” la
banda gástrica mediante el proceso de hipnosis, no hay cirugía, no se siente
dolor y tampoco hay efectos secundarios que puedan complicar la salud del
paciente; su subconsciente creerá que en el estómago hay en verdad una banda
gástrica y será tal la sugestión que empezara a comer menos creyendo que se le
ha reducido el tamaño de su estómago. El procedimiento demora una hora; cuando
finaliza se le entrega al sujeto algunos cd’s que reforzarán el trabajo en el
consultorio. Después de cierto tiempo el
paciente logrará consolidar metas parciales de adelgazamiento.
El procedimiento de la banda gástrica virtual no es
recomendada para personas con antecedentes de anorexia o para menores de 13
años, así lo señala el sitio http://www.elcomercio.com/.
Esta web afirma además que la duración de la terapia puede depender del
organismo de cada paciente; habrán veces en las que será necesario realizar un segundo implante en la
mitad del proceso.
Esta técnica va dirigida a las personas que no pueden
controlar las cantidades de comida que ingieren a diario o para aquellos que
comen poco pero comen mal. Los deportistas y demás personas que desarrollan
actividades físicas exigentes no serían buenos candidatos para este procedimiento
ya que lo que ellos necesitan es el ingreso de muchas calorías.